martes, octubre 07, 2008

XIV Bienal Tamayo

La Muestra de la única Bienal grande y polémica de la ciudad de México, la cual en su 13 edición, resulto ser bastante mediocre y poco arriesgada, dejándose llevar por el gusto y complacencia del jurado que sigue los líneamientos del maistream, seleccionando obras de muy mala manufactura faltas de energía, propuesta y originalidad.

De la participación de 2 mil piezas inscritas solo se seleccionaron 38 de 44 finalistas; el resultado de esta selección el jurado, integrado por Taiyana Pimentel, Ery Cámara, Guillermo Santamarina, Manuel Marín y Gonzalo Ortega, sólo los dos últimos son pintores, además de curadores. Resultan ser bastante complaciente con los parámetros actuales; las técnicas utilizadas por los artistas resultan ser pobres evidenciando el recurso de la proyección, de la fotografía y el mal manejo de técnicas pictóricas; ya que la gran mayoría de las obras son planas, sin uso del color dejando en evidencia la falta de plasticidad , dejándonos con la duda de si se trata de una bienal de pintura por la poca calidad de los trabajos y la incongruencia en algunos de ellos. Por otra parte las temáticas utilizadas resultan ser tan obvias, como, el uso del comic para evidenciar el poderío económico japones; en el caso en uno de los premios de adquisición el uso de la hoja de cuaderno como fondo y base de una serie de dibujos muy libres sobre un camping, da como resultado una obra fácil de digerir sin ninguna reflexión ni propuesta visual al respecto, de fondo plano y sin ningún manejo de la técnica del artista Hugo Lugo; otra obra de mención honorífica es la intervención de piso con el uso de una mancha de vinílica plastificada, la cual en estos días no puede faltar en una exhibición actual, y resulta ser tan superficial como el hecho de que hoy no podemos prescindir de la t-shits, en una tienda de ropa. También encontramos que en otras obras adquiridas resulto ser la pintura de dos gabinetes vacíos verdes que nos remitían a un café popular gringo, del artista Adrián Porcel González, donde nos invitaba a reflexionar sobre la soledad, la pintura lejos de capturar la atención, deja sin interrogante alguna y simplemente destaca su baja calidad y falta de composición; dos de las obras que rescataría de la muestra son la de una bestia, pintada por Fernando Humana Aceves, la cual es la única que tiene una solución pictórica, y elaborada tanto como una composición interesante que nos atrae, para degustar y ser observada; como una obra en la que nos muestra una paleta de colores de la parte superior de unos botes de pintura, la cual esta muy bien resuelta, invitándonos a meter la mano e interactuar con ella, me gusta porque sugiere, provoca, y da un buen manejo del color.

En resultado de dicha bienal a dejado a la crítica y al público en general con un mal sabor de boca, por tanta complacencia y falta de visión de parte del jurado, me parece bastante pretenciosa en el sentido de querer ser parte del maisntrem, como foco central de Latinoamérica; pero en vez de eso únicamente deja en evidencia las aspiraciones mediocres de jurados que quieren ser ¨vanguardistas¨ con temáticas obvias, que no rebasan el límite de lo establecido, con el afan de que la Bienal Tamayo sea vista ante el mundo como una muestra del arte emergente, que puede equipararse con las grandes capitales mundiales del arte, sin tener la visión suficiente y la agudeza y confianza de arriesgarse por algo mas intenso e interesante que lo ya establecido.

¿ no sé supone que esta bienal siempre ha sido un parte aguas en lo referente a la plástica mexicana ?

Me gustaría dieran su opinión al respecto asistiendo a esta expo en el Museo Tamayo.

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